Reprobé clases, me robaron, terminé con mi pareja... mal día.
Con un boleto de metro en una mano y un libro en la otra, alcancé el último tren de la noche y me senté en el suelo a leer.
En la siguiente estación se abren las puertas; de reojo veo unos zapatos blancos. Ahí estaba ella: pecas, ojos verdes, pelo anaranjado <3
¿Que lees? – Preguntó. Y nos fuimos conversando.
Justo antes de bajar me besa... intempestivamente.
Todos miraban horrorizados como intentaba verla sentada mientras el tren se iba, no sé si por la situación o porque ella nunca estuvo ahí.
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